Sobre ella
Christina Ellingsen es conocida por ser feminista por los derechos de las mujeres y niñas basados en el sexo, es por ello que es la Country Contact por la WDI Norway.
Su activismo feminista
En mayo de 2021 Christina recibe una denuncia de parte de la policía sobre los twits que se han publicado desde la cuenta de WDI Norway. La denuncia fue hecha por el líder de la organización “Queer” más grande de Noruega que promueve, por ejemplo, que la prostitución sea quitada de las leyes de protección de tráfico de personas. En este contexto, se le preguntó al representante de esta organización Queer si estaban a favor de bajar la edad de consentimiento, y fue este, uno de los puntos que el transactivista utilizó alegando sentirse acusado de “pedófilo”, siendo esta la segunda vez que un miembro de esta organización reporta a una mujer que tiene dudas sobre las políticas que esta organización transactivista promueve a la policía. El transactivista utiliza esta “acusación de pedofilia” para callar a Christina alegando discriminación.
Sin embargo, es de amplio conocimiento que tanto en el ámbito académico como en el activismo “queer”, dicha teoría teoría aboga por la remoción de la edad de consentimiento.
Su “pecado”
Christina está siendo acusada por “delitos de odio” por twits como este: “Por qué FRI le enseña a menores que hombres y niños pueden ser lesbianas? no es eso terapia de conversión para lesbianas?”. Amnistía Internacional Noruega se suma al ataque contra Ellingsen diciendo que ella acosó a Jetoft por decirle que los hombres (como él) no pueden ser, además de lesbianas, madres. El transactivismo hace de un hecho tan simple como decir la verdad, un crimen de odio, acoso a las feministas y hasta pena de cárcel por 3 años en este caso. El derecho a la humanidad de las mujeres y poder defenderlo, es lo que nos puede llevar a prisión. La libertad de pensamiento, política y nuestra integridad intelectual están en riesgo.
Muchos acusan a las feministas de “no ser empáticas”, cuando a la “empatía” que se nos exige a las mujeres significa estar de acuerdo con los paradigmas misóginos de los hombres, lo que es en realidad subordinación a sus imposiciones, respaldadas por el transactivismo y la nueva “forma de patriarcado”, la misma que nos objetifica y deshumaniza.
La policía investiga de momento cada tuit hecho de sus 3 cuentas (la WDI Norway, Matriarchal y su cuenta personal) en el último año por posibles crímenes de odio.
Su trabajo y la situación en Noruega
Noruega tiene electa la ley de Self ID (https://www.youtube.com/watch?v=xJCFtn5jaF8) y actualmente estas políticas están empujando por bajar la edad de menores por 5 años a que puedan “transicionar” médicamente. Christina explicó que a todo aquél que tiene críticas, se lo acusa de “transfobia” inclusive con este tema. Sin embargo, parece que las cosas en Noruega están muy lentamente empezando a cambiar y el público general está notando que no todos, en especial las feministas, son de “derecha”, ni “fanáticos”, sino que son mujeres luchando por nuestros derechos y los de sus hijas! Siendo estas mismas mujeres las que están siendo reportadas a la policía.
Christina comentó además, que con el tiempo hay más organizaciones hablando contra el transactivismo, pero son hasta el momento pocas las que se animan a hablar abiertamente y la mayoría de organizaciones “feministas” siguen creyendo que la oposición viene de la “extrema derecha”.
El pasado enero de 2021, Noruega aprueba la ley que protege las “identidades de género” dentro de las leyes de “crímenes de odio”. En Noruega esta ley aplica sobre “grupos minoritarios” los que se considerarían afectados, por tal motivo esta ley nunca aplicará a mujeres porque se considera ser un “grupo” que responde a la mitad de la población. Mediante esta trampa legal, cualquier hombre, rico, poderoso, etc, podrá declararse 3 veces “víctima” mediante las leyes de odio: primero por “ser” minoría respecto a su “sexualidad”, una minoría de identidad de género y porque estas cualidades hacen de estos hombres una especie de “gurus” lo que les da una tercera categoría protegida como “indígenas”.
El Ministro de “Igualdad” en Noruega participa de películas donde las mujeres somos ridiculizadas, mostradas como objetos y tratadas como “personas gestantes”. Por este motivo, Christina lleva adelante una campaña para recordarle a las mujeres de que tenemos derechos, que estos derechos nos corresponden por nuestro sexo y que están en peligro. Alerta además de que estos derechos los tenemos porque son necesarios para nuestra supervivencia como humanas sexuadas, nuestra protección y una mejor calidad de vida, y que por esto mismo, estas leyes a base del sexo, no pueden ser reemplazadas por leyes que solo refieran a los deseos y fantasías de los hombres. Estas leyes traen consigo la obligación legal de que aceptemos las convicciones personales de los hombres y las mujeres no podemos perder la capacidad de poder denunciar contra las convicciones individuales de los hombres.
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